NO ES NADA FÁCIL
definir lo que me caracteriza y mi forma de trabajar. Nada, de hecho, nada en la vida se puede definir fácilmente. Solo el movimiento es vida, y vida significa dar forma, modificar, mover algo. Ningún concepto nuevo, pero un concepto importante para la vida, que me caracteriza personalmente en lo profundo.
Existen situaciones en la vida profesional en las cuales no sabemos bien en qué dirección movernos. ¿Cómo lograr al máximo un objetivo? ¿Cuáles son los aspectos más importantes para tener en cuenta durante el trayecto? Y es precisamente en este caso que interviene mi trabajo de coach y de asesora, o mejor dicho de “ayudante del movimiento”.
Con mis clientes me muevo de una manera curiosa y abierta, en un mundo de innumerables oportunidades, posibilidades y encrucijadas, en el que es necesario decidir en qué dirección continuar el trayecto. En este camino no existe lo correcto o incorrecto. No existe lo mejor o lo peor. Al contrario, es el conocimiento de la propia libertad de acción, y la confianza en la propia capacidad de resolución que deben ser estimulados y fortalecidos: y es justamente en esta actividad donde reside mi tarea principal.